Análisis tipos de interés negativos

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Desde el inicio de la gran recesión en 2008 los bancos centrales más importantes del mundo se han puesto muy imaginativos y han ideado toda una serie de medidas destinadas primero a paralizar los efectos de la devastadora crisis de liquidez y más tarde a intentar relanzar la economía.

La última de estas medidas no convencionales de política monetaria son los tipos de interés negativos.

La justificación para tan extraña medida es el supuesto relanzamiento del crédito que va a provocar en los mercados de capitales. Con el crecimiento del crédito se espera también un relanzamiento de la economía. Respondamos a las preguntas más comunes sobre los tipos negativos.

¿Todos los tipos de interés son negativos?

No, los bancos centrales sólo controlan de forma indirecta el tipo de interés de corto plazo y esperan influir con sus decisiones en el de largo plazo.

En concreto los bancos centrales establecen dos tipos de interés, no sólo uno.

  • Fijan tipo de interés que cobran a bancos que necesitan reservas
  • Fijan tipo de interés que pagan a bancos que tienen exceso de reservas

Normalmente es este último (el tipo sobre las reservas que guardan los bancos en el banco central) el que varios bancos centrales han fijado en terreno negativo.

¿Por qué los bancos centrales pagaban interés a los bancos por guardar sus reservas?

Hasta 2008 los principales bancos centrales no pagaban nada por las reservas que los bancos comerciales guardaban en el banco central.

Desde finales de 2008 los bancos centrales crean una enorme cantidad de reservas con el objetivo de evitar que la crisis de liquidez desatada termine en una ola de impagos generalizados. Ante el riesgo de que los bancos usen estas reservas como base para extender nuevo crédito de forma descontrolada, deciden pagar por ellas.

Este tipo de interés hace de tipo de interés mínimo entre bancos. Ningún banco va a prestar reservas a un tipo inferior a otros bancos cuando simplemente puede hacerlo al banco central sin riesgo a un precio mayor.

Antes de 2008 el énfasis de la política monetaria era controlar la cantidad de reservas en el sistema mediante operaciones de mercado abierto (compra y venta de títulos de deuda pública) para afectar a su cantidad y por tanto a su precio. Después de 2008, la enorme cantidad de reservas creadas hace que esto ya no tenga sentido y se quiere controlar su precio mediante el pago por las mismas a los bancos.

¿Por qué los bancos guardan tantas reservas en el banco central si este no paga por ellas?

En realidad los bancos pueden hacer muy poco por modificar el volumen de reservas agregado que se depositan en el banco central. Sólo dos agentes en la economía pueden tener una cuenta en el banco central; el Estado y los bancos comerciales.

Cuando el banco central decide aumentar la cantidad de reservas (por ejemplo mediante un Quantitative Easing), incrementa con ello las reservas totales en el sistema. Esto provoca los dos siguientes efectos:

  • Disminución de tipos de interés interbancarios

Los bancos se prestan mucho más barato entre ellos puesto que la oferta de reservas ha aumentado. Cuando hay liquidez el precio de la liquidez baja o desaparece.

  • Disminución de tipos de interés soberanos

Los bancos se deshacen también de su exceso de reservas colocándoselas al otro agente de la economía que tiene acceso a una cuenta en el banco central, el Estado. Es la única forma de que las reservas salgan del circuito bancario.

¿Tiene sentido que el banco central pase de pagar a cobrar a los bancos por depositar las reservas?

Los bancos centrales buscan que el coste de oportunidad de guardar reservas sea cada vez más bajo para el sistema bancario. Buscan que el crédito se extienda haciendo barato que se guarden las reservas necesarias para ello.

Sin embargo, el problema actual de crédito no es tanto de oferta como de demanda. Una de las principales quejas de los bancos durante la Gran Recesión es que no existe demanda solvente de crédito. No hay crédito sin deudor ni deudor sin solvencia. Cuando las circunstancias económicas no acompañan, los agentes no pretenden endeudarse, y por muy barato que se les intente hacer el acceso a crédito, es normal que el endeudamiento no aumente.

Cuando los bancos centrales pretenden cobrar por las reservas, lo que en realidad están haciendo es presionar a los bancos imponiéndoles pérdidas en parte de sus activos. Hacen esto con el fin de que compensen dichas pérdidas mediante la creación de nuevo crédito extendido al sector real de la economía[1]. Los tipos negativos, lejos de ser una bendición para bancos, son un coste extra que el banco central le impone para presionar a que preste. Desde este punto de vista, y ante la falta de acreedores solventes, la medida es una aberración, se están poniendo las bases para que se extienda crédito de baja calidad que creará problemas en el futuro.

¿Por qué los Estados también se financian a tipos negativos?

Efectivamente vemos que la curva de tipos de bonos públicos AAA de la eurozona se encuentra en terreno negativo para todos los títulos con duración inferior a 7 años y 5 meses.

 

A.48 CurvaRendimientosEurozona

Fuente: Banco central europeo.

 

Hay varias respuestas al porqué de los tipos negativos en bonos públicos.

  1. La primera ya la hemos comentado. Exceso de reservas del banco central unido a tipos negativos hace que prestar a Estados sea la única forma del sistema bancario de librarse de pagar por estas reservas.
  2. Eurozona se encuentra en plena implementación de Basilea III. La misma establece criterios más exigentes de capital y liquidez. ¿La trampa? La deuda pública no computa como activo que necesite requerimientos de capital o de liquidez. Por tanto hay una demanda extra de bonos públicos con el objetivo de cumplir con la regulación bancaria, importando poco que se tenga que pagar por ellos más que su rendimiento.
  3. Consolidación fiscal. Finalmente los Estados europeos vienen de forma agregada reduciendo sus déficits. Esto hace que se cree una “escasez” de estos títulos en el mercado.

 

A.48-2DeudaDeficitsobrePIB

Fuente: Eurostat.

 

 

Si unimos las tres tenemos que existe una demanda extra por los dos primeros puntos y una restricción de la oferta. Por supuesto esta situación tiene poco o nada que ver con un mercado libre. Los tipos negativos son una clara reacción ante la implementación de políticas monetarias no convencionales y la implementación de una regulación bancaria que beneficia injustificadamente a la deuda pública sobre otro tipo de activos.

¿Qué efectos tendrán los tipos negativos en la economía?

Hay tres posibilidades.

  • La buscada por el banco central. Bancos extienden más crédito a la economía real para compensar pérdidas que le inflinge el banco central.

Este escenario es más adecuado únicamente a corto plazo y el más problemático a medio y largo plazo. Simplemente se deteriorarán estándares crediticios para aumentar rentabilidad a corto plazo. El crédito extra y la demanda derivada que genera tendera a hacer crecer el crecimiento económico a corto plazo a costa de crear nuevos desequilibrios a largo plazo.

De momento los bancos no han optado por esta vía. El ligero aumento de crédito a familias y empresas se ve compensado con menor crédito al gobierno (que lentamente viene haciendo una consolidación fiscal).

  • Bancos pasan la factura a depositantes

El coste que el banco central impone sobre el banco puede ser trasladado al menos parcialmente a los depositantes. Si los bancos son reticentes a extender nuevo crédito a deudores no tan solventes, entonces esta es la opción que prevalecerá. Los bancos de momento no la están aplicando.

Esta medida es peligrosa en tanto en cuanto desincentiva la posesión de saldos líquidos por parte de otros agentes. Es el reverso de la inflación, con efectos parecidos. Si un agente quiere conservar su liquidez debe renunciar a tener un depósito de valor (interés negativo se come su capital) o si quiere conservar su valor debe renunciar a su liquidez (adquiriendo bienes inmobiliarios por ejemplo).

  • Bancos cargan con el coste de la medida

Esto es lo que de facto está ocurriendo. La rentabilidad del sector bancario europeo ha sufrido un duro revés en los últimos tiempos sin que la cartera crediticia haya empeorado. La razón son los tipos negativos crecientes y el aumento del Quantitative Easing europeo que no hace más que aumentar la cantidad de reservas por las que deben pagar interés los bancos y que ya hemos comentado que no pueden hacer nada por evitar.

Es poco probable que los bancos sigan durante mucho tiempo en esta situación, al menos si quieren evitar problemas de rentabilidad.

¿Hasta dónde pueden llegar los tipos negativos?

Mientras siga existiendo la posibilidad de sacar efectivo del banco hay un suelo claro. El coste de guardar el efectivo fuera del sistema bancario hará de mínimo. Los agentes pueden contratar una caja de seguridad en el propio banco y depositar los billetes. Algunos fondos de inversión suizos llegaron a este extremo cuando se rompió el cambio fijo del franco suizo con el euro y los tipos de interés suizos bajaron drásticamente.

Artículo originalmente publicado el 14 de marzo de 2016 en UFM Market Trends.

[1] Nótese que los bancos no prestan las reservas del banco central, si no que crean sus propias reservas cuando prestan. Las reservas en el banco central se usan para cumplir con los criterios mínimos legales de reservas.

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