En este artículo vamos a analizar la Ley de Gresham, en concreto:
- Interpretación popular de la Ley de Gresham
- Errores interpretación popular del concepto
- Desarrollo histórico de la Ley de Gresham
- Definición correcta de la Ley de Gresham
Interpretación popular de la Ley de Gresham
La ley de Gresham es uno de los conceptos económicos y monetarios peor entendidos por el público general e incluso entre muchos economistas. La interpretación más popular de la Ley de Gresham nos dice: cuando hay varios dineros en una economía, el dinero de mala calidad expulsa al dinero de buena calidad.
Esta interpretación de la Ley de Gresham parece algo que contradice las leyes de mercado que rigen en el resto de bienes y servicios. Al fin y al cabo, en un mercado pasa justo lo contrario. Para que un bien o servicio concreto sea vendido es necesario o que tenga más calidad o que tenga menor precio que la competencia. Con que así sea percibido por los consumidores muchas veces es suficiente.
Por tanto, parecería que la Ley de Gresham nos estaría diciendo que el dinero es un bien especial donde las leyes generales del mercado no aplican. Dejar la competencia de dinero en manos del mercado nos llevaría a tener siempre el peor dinero posible.
Sin embargo, y como vamos a ver, esta exposición popular de la Ley de Gresham es errónea.
Situación práctica donde aplica Ley de Gresham
Todos nosotros nos hemos enfrentado con situaciones donde aplica la Ley de Gresham sin ni siquiera darnos cuenta. Si alguna vez has tenido que pagar en efectivo y tienes dos billetes de la misma denominación, por ejemplo dos billetes de diez dólares, uno en perfecto estado, recién salido de la imprenta, y el otro billete deteriorado y maloliente, ¿con cuál pagarías? Lo normal es que paguemos con el billete maloliente y que guardemos el billete limpio. En este caso estamos haciendo circular al billete en mal estado y guardando el billete bien conservado. Es decir, estaríamos utilizando como medio de cambio el dinero malo y guardando el dinero bueno. Si todo el mundo tiene un comportamiento similar, sólo circularían los billetes en mal estado.
Por tanto, este ejemplo parecería que da la razón a los que defienden que el dinero malo expulsa al dinero bueno en un mercado.
Problemas interpretación popular Ley Gresham
Sin embargo, el razonamiento anterior esconde dos grandes problemas.
- Los billetes tienen exactamente la misma denominación, es decir, el poder adquisitivo de un billete de 10 dólares en buen estado y un billete de 10 dólares en mal estado es exactamente el mismo. En lugares donde cambiar los billetes deteriorados no es posible, o es muy complicado, los billetes deteriorados empiezan a circular con un descuento; es decir, la gente no los acepta al mismo precio que los billetes nuevos. Los billetes de dólar fuera de Estados Unidos muestran exactamente esta peculiaridad; los billetes de dólar deteriorados circulan con descuento y muchas personas rechazan aceptarlos precisamente por ese deterioro.
- Hay más funciones del dinero además de la de ser medio de cambio. Otra función clásica del dinero es la de ser depósito líquido de valor. Con depósito de valor queremos decir que el dinero es una forma de guardar poder adquisitivo que se puede vender fácilmente, en el otro extremo estaría un vivienda. Una vivienda guarda poder adquisitivo, pero venderla es un proceso largo y costoso). En nuestro ejemplo de los dos billetes de 10 dólares, la función de depósito líquido de valor la cumple el billete en buen estado. El billete en mal estado cumple la función de medio de cambio generalmente aceptado).
Desarrollo histórico concepto Ley Gresham: tipo de cambio oro-plata
La Ley de Gresham, y los problemas prácticos derivados de la misma, ha sido estudiada durante siglos. En concreto la aplicación práctica más famosa de la Ley de Gresham fue la del tipo de cambio entre las monedas de oro y las de plata. La historia monetaria nos informa de que el oro es el dinero de los lugares prósperos y la plata el de los lugares relativamente pobres. El oro era ampliamente utilizado como dinero en el imperio romano (aunque convivía con otras monedas) mientras que en los primeros siglos de la edad media (que fueron de estancamiento económico) la plata ganó terreno. Con la llegada del renacimiento, la circulación de monedas de oro vuelve a incrementar notoriamente en los sitios más prósperos de Europa (Cipolla, 1994). Con la industrialización, el oro se corona como el dinero del mundo.
Por tanto, vemos como el oro y la plata han ido sustituyéndose durante siglos como el metal monetario preferido, aunque ninguno desapareció por completo de la escena monetaria. El oro, debido a su alto poder adquisitivo por unidad de peso, ha sido el dinero utilizado en grandes intercambios y en el comercio de larga distancia (por tanto, se extendía su uso cuando el comercio de larga distancia se desarrollaba como en el Imperio romano). La plata ha sido el dinero utilizado para intercambios pequeños y para el comercio local (por tanto, se extendía su uso cuando el comercio de larga distancia se restringía, como en la época feudal).
El uso relativo del oro y la plata cambió a lo largo de siglos, pero ninguno de ellos desapareció nunca por completo de la circulación. Esto implicaba que había al menos dos unidades de cuenta e implicaba que parte de la población debería de hacer cambios en diferentes dineros.
El problema: autoridad que establece razón de intercambio oro-plata fuera de cambio de mercado
Ante la existencia de dos unidades de cuenta, muchos gobernantes pretendían establecer un tipo de cambio fijo entre el oro y la plata. El objetivo de los gobernantes era facilitar los intercambios a sus gobernados evitando la necesidad de calcular valor en diferentes monedas. La idea tenía atractivo económico; se pretendía evitar que comerciantes tuvieran ganancias o pérdidas que tuvieran que ver únicamente con aspectos de tipo de cambio. En términos actuales, diríamos que se quería evitar el riesgo de tipo de cambio (los argumentos para la creación del euro o de un dinero mundial van en la misma línea).
El problema es que cuando el poder público quiere ayudar, casi siempre termina generando un problema mayor que el que quiere solucionar. En este caso, el problema generado fue la Ley de Gresham, vamos a ver como:
El establecimiento de un cambio fijo entre el oro y la plata usualmente se realizaba a una tasa muy similar a la del mercado. El problema es que el precio relativo del oro y la plata tendía a moverse en función de la oferta y demanda de dichos mercados. Por ejemplo, un enriquecimiento de la población extendía el uso del oro incrementando su demanda por encima de la de plata, o un descubrimiento de una gran mina de oro haría incrementar la oferta de oro, haciendo bajar su valor relativo a la plata. Estos motivos movían de facto el valor de intercambio entre el oro y la plata. Como vemos en el gráfico, el precio relativo entre ambos metales cambiaba constantemente.
Operativa real Ley Gresham
Si el tipo de cambio fijo entre el oro y la plata que establecía la autoridad monetaria no es el mismo que el tipo de cambio del mercado, se generaban graves problemas. Ilustrémoslo con un ejemplo:
Si el tipo de cambio de la autoridad monetaria es de 10 monedas de plata por una moneda de oro de igual peso, mientras que el tipo de cambio del mercado es de 20 monedas de plata por una de oro, la autoridad monetaria estaría afirmando que el valor del oro es mucho menor de su valor real. A la vez está afirmando que el valor de la plata es mucho mayor de su valor real.
Como la autoridad monetaria establece un precio de 10 a 1, si el precio de una mercancía es de 20 monedas de plata, el comprador tiene 2 opciones; pagar las 20 monedas de plata o pagar 2 monedas de oro. Sin embargo, en el mercado 2 monedas de oro tienen un valor de 40 monedas de plata! Por tanto, nadie va a querer intercambiar el oro, todo el mundo tenderá a utilizar la moneda de plata.
En este caso, con dinero malo se quiere decir aquel dinero que tiene más valor legal que su valor real. Con dinero bueno se quiere decir aquel dinero cuyo valor real es mayor que su valor legal. Es lógico entonces que la gente no quiera pagar con un dinero que va a ser aceptado por una fracción de su valor y que lo guarde o lo utilice fuera de la circulación monetaria.
Definición real de Ley de Gresham
Podemos definir la Ley de Gresham, ya correctamente, de la siguiente forma: es la Ley que explica que desaparece de la circulación el dinero que tiene menor valor legal que real (esto es, se guarda dinero que la autoridad monetaria da un valor arbitrariamente bajo).
Alternativamente la Ley de Gresham se puede definir como: es la Ley que explica que circula el dinero cuyo valor legal es mayor que su valor real (esto es, se utiliza dinero que la autoridad monetaria da un valor arbitrariamente alto).
Conclusión
No es cierto que el ámbito monetario sea un ámbito especial donde las leyes del mercado no funcionen. Lo único que ocurre con la Ley de Gresham es que el concepto se ha malinterpretado durante generaciones y generaciones de economistas y ha pasado a la cultura popular una versión de la Ley de Gresham completamente errónea.