Nobel economía 2023: brecha de género laboral

Tiempo lectura9 minutos

El premio Nobel de economía de 2023 lo ha ganado Claudia Goldin por sus investigaciones sobre el mercado laboral femenino. Quizá la conclusión general de su trabajo es que la discriminación laboral en contra de las mujeres no existe.

El propósito de este artículo es resumir las principales aportaciones de Claudia Goldin a la economía.

Si quieres ver este mismo contenido en formato vídeo, pulsa aquí.

Aportaciones generales de Claudia Goldin (Nobel economía 2023)

En lo que tiene que ver con historia de la economía, hasta hace poco apenas contábamos con información detallada sobre el mercado laboral anterior a 1890 en EEUU. Goldin consigue recopilar datos de diversas fuentes en Estados Unidos desde fecha tan temprana como 1790.

En lo que a economía laboral se refiere (y gracias a la nueva evidencia histórica que ella misma reconstruye), Goldin reinterpreta el papel de la mujer en el mercado laboral desde la emancipación de Estados Unidos a finales del siglo XVIII hasta hoy. En concreto vamos a ver como Goldin reinterpreta y explica los patrones históricos de la brecha salarial de género (es decir, cuanto cobran más los hombres vs las mujeres) y también de la brecha de género en la participación laboral (es decir, cuanto más se incorporan al mercado laboral los hombres vs las mujeres).

La ganadora del premio Nobel de economía 2023, Claudia Goldin, aplica un marco analítico económico relativamente generalista y consigue unos resultados extraordinarios. La teoría económica que utiliza Goldin para analizar los problemas históricos y laborales es un marco de oferta y demanda que cualquier estudiante de economía debería poder entender desde el primer año de carrera.

Brecha de género en tasa de empleo y desarrollo económico

Hasta hace poco, los historiadores consideraban que, conforme se desarrolla un país, la participación laboral de la mujer crecía. Goldin mostró que la relación tiene más bien una forma de U.

Desde el comité del premio Nobel de economía desarrollaron este infografía para explicar la famosa U de Goldin.

De acuerdo con Goldin, en economías agrícolas, la mujer tenía una participación laboral muy elevada. Pero en las primeras fases de desarrollo económico, coincidiendo con el inicio de la revolución industrial y la separación entre el lugar de trabajo y el hogar, las mujeres tienden a mostrar una participación cada vez menor en la vida laboral. Conforme las economías se siguen desarrollando y se produce un crecimiento en el sector servicios, la participación de la mujer en el mercado laboral vuelve a crecer.

De acuerdo con Goldin, en economías agrícolas, la mujer tenía una participación laboral muy elevada. Pero en las primeras fases de desarrollo económico, coincidiendo con el inicio de la revolución industrial y la separación entre el lugar de trabajo y el hogar, las mujeres tienden a mostrar una participación cada vez menor en la vida laboral. Conforme las economías se siguen desarrollando y se produce un crecimiento en el sector servicios, la participación de la mujer en el mercado laboral vuelve a crecer.

De forma más técnica, Goldin explica la parte baja de la curva en U por la dominancia de un efecto ingreso. La revolución industrial provocó un crecimiento en los salarios de todos los trabajadores, pero especialmente en mayor medida en los trabajadores industriales en relación a los trabajadores agrícolas. El incremento de los ingresos en las familias provocó una menor necesidad de ofertar trabajo por parte de las mismas familias. Adicionalmente, el tipo de trabajo demandado en la industria eran trabajos que eran demandantes en fuerza (con excepción de la industria ligera como el calzado o la ropa, donde sí se solían emplear mujeres solteras).

La parte alta de la curva en U se explica por la dominancia de un efecto sustitución. Desde el finales del siglo XIX se produce un cambio progresivo desde el sector industrial al sector servicios. La denominada revolución de los trabajos white-collar, que podríamos traducir como trabajo administrativo. Esta revolución inicia en 1890 con algunos avances tecnológicos como la máquina de escribir o la caja registradora. El aumento en el tamaño de las empresas también requiere de mayor cantidad de trabajadores en oficinas. Estos trabajos requieren de cierta capacidad analítica y no tanto de fuerza, por lo que las mujeres pueden volver a participar en la fuerza laboral.

Desde 1980, y con la revolución silenciosa que vamos a comentar en el siguiente apartado, la tasa de empleo de las mujeres sigue creciendo. Lo importante aquí es que cambiarán radicalmente el tipo de trabajos a los que accederán.

Brecha salarial de género en EEUU (1790-2023)

Otra gran aportación de la ganadora de la ganadora del Nobel de economía en 2023 es reconstruir la brecha salarial de género en la historia de Estados Unidos.

Hay que recordar que la brecha salarial de género se define como la diferencia promedio en el ingreso laboral entre hombres y mujeres. Que exista brecha laboral en ingresos no implica, necesariamente, que existiera discriminación de género. La discriminación laboral de género implica el pago de un salario diferente a hombres y mujeres por hacer el mismo trabajo. Veremos más adelante si hay evidencia de discriminación laboral de género o no.

En lo que a la historia de la brecha salarial de género se refiere, en la economía agrícola esta brecha era bastante elevada. En el gráfico puede verse la evidencia empírica disponible sobre la brecha salaria del género entre 1820 y hoy.

1- Revolución industrial

De forma curiosa, en la revolución industrial que inicia en el siglo XIX en EEUU, conforme la mujer iba desapareciendo de la escena laboral, la brecha salarial de género iba desapareciendo. Con la llegada de la revolución industrial, el ingreso de las mujeres pasa de ser el 20% del salario de los hombres al 50%. Todavía más interesante es que este cierre de la brecha laboral se da antes de que aparezca ningún movimiento feminista exigiendo el cierre de la brecha laboral, es un movimiento estrictamente económico.

Adicionalmente, en este periodo no hay pruebas de discriminación de género. Las mujeres que trabajaban lo hacían mayoritariamente en industrias ligeras donde era fácil medir su productividad e incluso era común el pago por pieza.

2- Primera era dorada de los trabajadores White-collar (1890-1930)

Después de asentada la revolución industrial, la brecha salarial de género se mantiene constante hasta la primera era dorada de los trabajadores white-collar (trabajo administrativo) que ocurre entre 1890 y 1930. En este periodo, la brecha salarial vuelve a cerrarse de manera rápida. Como ya hemos visto, esta es una época de reincorporación de la mujer al trabajo. A diferencia del periodo anterior, el incremento relativo de salarios se da a la vez que la oferta laboral femenina incrementa. Goldin sostiene que en la administración existe una penalización menos severa que en la industria por la ausencia laboral. Esto provoca que la administración y trabajo en oficina se convierta en algo predominantemente femenino (era predominantemente masculino en las décadas anteriores).

3- Segunda era dorada de los trabajadores white-collar (1930-1980)

La segunda era dorada de los trabajadores white-collar ocurre entre 1930 y 1980. Entre 1930 y 1980 la brecha salarial se cierra de manera modesta a la vez que incrementa con fuerza la participación laboral de la mujer.

El patrón de esta época es uno fuertemente influenciado por la Segunda Guerra Mundial. La movilización, que no es más que un subterfugio para evitar decir que se mandaba a los hombres al frente a morir, provocó una incorporación masiva de la mujer al trabajo. Después de la II Guerra Mundial, se implementó el trabajo a tiempo parcial. Esto provocó que gran parte de la oferta laboral femenina permaneciera en el mercado de trabajo.

A pesar de todo, las mujeres en este periodo solían salir de la fuerza laboral cuando se casaban o tenían su primer hijo y no volvían hasta después de que los hijos habían sido criados. La intermitencia en el mercado laboral, unido a la expectativa de salir de él durante un largo periodo de tiempo, provocaba una escasa inversión en capital humano, en concreto un escaso interés en adquirir un educación universitaria.

4- Revolución silenciosa (1970s – actualmente)

    Desde los años 70s, las decisiones educativas de las mujeres cambiaron radicalmente. Ante la expectativa de mantenerse durante mucho más tiempo en el mercado laboral, las mujeres incrementaron su inversión en capital humano, lo que a su vez generó una caída rápida de la brecha salarial de género desde 1980. La participación laboral siguió incrementando durante este periodo.

    El porcentaje de mujeres que a los 20 años pensaba que estaría trabajando a los 35 pasó del 35% en 1967 al 80% en 1979. Esto cambiaría drásticamente la decisión de acudir a la universidad de las mujeres, que incluso superan a los hombres desde las cohortes nacidas en los años 60s.

    La revolución silenciosa no sólo cambiaría el nivel de educación, sino también la elección de profesión. Desde el final de los años 80s casi se alcanza la paridad en profesiones de alta remuneración que típicamente habían sido copadas totalmente por hombres como la medicina, el derecho o los MBAs. Esto, evidentemente, también causó que se empezara a cerrar drásticamente la brecha salarial de género en los años siguientes.

    Para Goldin, la introducción de la píldora anticonceptiva es uno de los grandes catalizadores de la revolución silenciosa. La píldora anticonceptiva permite a las mujeres planificar la fertilidad. Estoy ocurre en 1960 en EEUU. La píldora disminuye el coste de esperar al matrimonio (con explícita referencia a la abstinencia sexual). Económicamente podemos decir que la píldora incrementa edad matrimonio, del primer hijo e incrementa inversión en capital humano en mujeres.

    A pesar de los enormes cambios de la revolución silenciosa, parece que la brecha salarial de género se ha estancado en los últimos años. En la OCDE parece estancada desde al menos 2010 y en Estados Unidos desde al menos 2005.

    Efecto paternidad

    Aquí es donde entra quizá las aportaciones más controvertidas de la nobel de economía en 2023 Claudia Goldin. Para la flamante premio Nobel de economía, la brecha salarial de género ya no puede ser explicada por factores fuera de la elección de profesión, sino dentro de la propia profesión.

    En otras palabras, la brecha salarial puede existir por diferencia entre profesiones o por diferencia dentro de las profesiones.

    • Si es entre profesiones, la brecha salarial ocurre por diferencia en capital humano y por elecciones de trabajos/profesiones que implican menor remuneración para las mujeres
    • Si es en la misma profesión, la brecha salarial ocurre por diferencias en lo que ganan hombres y mujeres a pesar de tener mismo capital humano y misma elección de trabajo

    En Estados Unidos, actualmente, sólo 1/3 de la brecha de género se puede explicar por diferencial entre profesiones y 2/3 por diferencial en la misma profesión.

    Estudio MBAs

    Goldin realiza un estudio donde analiza la vida laboral de los graduados en MBA. Llega a la conclusión de que, a pesar de que se les paga más a los hombres en la misma profesión y con los mismos estudios, no existe discriminación laboral hacia las mujeres.

    Cuando los MBAs se acaban de graduar, la brecha salarial de género es inexistente. Las diferencias empiezan a aparecer después de 5 años y son muy grandes después de 10 años.

    Goldin descubrió que, después de 10 años de la graduación del MBA, los hombres habían estado sin trabajar, de media, menos de un mes, mientras que las mujeres habían estado sin trabajar, de media, un año. El 41% de las mujeres graduadas en MBA habían estado sin trabajar al menos 6 meses en ese mismo periodo de 10 años (cifra del 10% en hombres).

    Goldin también descubrió el momento exacto en el que la divergencia en el salario entre hombres y mujeres aparece, el nacimiento del primer hijo como vemos en la infografía que hacen desde el comité del premio Nobel de economía. La penalización a mujeres no aparece en mujeres que no tienen hijos.

    El efecto paternidad ejerce de penalización a las mujeres e incluso ejerce ligeramente de premio en los hombres. Además, el efecto paternidad que penaliza a las mujeres tienden a incrementar ligeramente con el tiempo.

    Goldin también descubrió que la penalización por estar mucho tiempo sin trabajar en los graduados de MBA no era específica a las mujeres. Cualquiera que tuviera las pausas, sufre la penalización. Por tanto, una vez más, se deshecha la hipótesis de la discriminación laboral de género.

    Otros muchos estudios en otros países corroboran lo que Claudia Goldin descubrió.

    Explicación efecto paternidad

    El factor más importante que comenta Goldin para explicar el efecto paternidad se encuentra en la flexibilidad laboral. En concreto, en el impacto negativo de demandar esa flexibilidad en algunas profesiones.

    Las mujeres pagan una penalización por demandar trabajos flexibles para ser “madre de guardia” y atender las necesidades de los hijos.

    Los hombres reciben un premio por ser “trabajadores de guardia” y estar disponible para atender las necesidades del empleador o cliente.

    En trabajos en los que el contacto cara a cara es importante, un trabajador no es fácilmente sustituible con otro. Por tanto, el trabajo a tiempo parcial no es fácilmente implementable y las ausencias laborales son muy costosas. Como resultado, surgen no linealidades entre el tiempo de trabajo y el salario. Los trabajadores dispuestos a trabajar más horas, cobran más que proporcionalmente por las horas extra.

    Esto se puede ver claramente en los datos. Los trabajos más demandantes en tiempo, los que más contacto personal requieren son aquellos que mayor brecha salarial de género existe.

    En el gráfico se puede ver la brecha de género por ocupación y en relación con el salario. Parece que hay cierta tendencia a que se abra la brecha de género conforme el salario incrementa, pero también podría ser puramente ruido. Lo interesante está en la separación por tipo de profesión. En los negocios es donde claramente hay mayor brecha salarial de género, con independencia del nivel de ingreso y en la tecnología donde menos. Curiosamente son probablemente los dos extremos donde el contacto cara a cara es más y menos importante.

    La Nobel de economía en 2023 comenta también el caso de los farmacéuticos como ocupación con alta sustituibilidad. Aquí, toda la brecha salarial de género se explica por las horas trabajadas. Los ingresos son lineales con respecto a las horas trabajadas, por lo que no hay castigo/premio por trabajar menos/más horas en el salario por hora.

    Importancia del análisis de cohortes

    Una de las aproximaciones teóricas más interesantes de Goldin es el análisis de cohortes (aunque tampoco es que lo desarrolle ella, lo implementa de forma magistral a la hora de analizar la economía laboral).

    Según Goldin, los cambios agregados en el mercado laboral tardan mucho tiempo en ponerse de relieve. Esto ocurre porque las personas hacen la mayor parte de sus decisiones de capital humano en la primera parte de su vida. Por tanto, cualquier cambio en el mercado laboral o cambios sociales que impacten en el mercado laboral, sólo impactan de manera significativa en las decisiones de capital humano de las cohortes más jóvenes.

    Como ya hemos comentado, el porcentaje de mujeres que a los 20 años pensaba que estaría trabajando a los 35 pasó del 35% en 1967 al 80% en 1979. La cohorte 1947 predecía que trabajaría en la misma cuantía que sus madres (aprox. 30%, sin embargo, su tasa de empleo real fue del 65%). Es decir, las mujeres que llegaron a la vida laboral en los años 70s se encontraron con una situación laboral que no esperaban. Esto no les ocurriría a las siguientes cohortes. Por tanto, aunque cambió mucho la situación social en los años 60s y 70s, las decisiones de inversión en capital humano de las cohortes que llegan al mercado laboral antes de 1980 no cambian por arte de magia.

    En esta gráfica se ilustra como algunas generaciones de mujeres en Estados Unidos nunca tuvieron una participación en el mercado laboral, en concreto las cohortes nacidas entre 1866 y 1895. Algunas cohortes no participaron en su juventud en el mercado laboral, aunque sí lo hicieron en su vida adulta, es el caso de las mujeres nacidas entre 1896 y 1925. Las mujeres nacidas después de 1926 tuvieron una participación en el mercado laboral bastante elevada desde un inicio.

    El análisis histórico de cohortes nos presenta unos análisis histórico-económicos de lo más interesantes.

    Conclusión Nobel economía 2023

    El Nobel de economía de 2023 se da en un área que podría resultar algo expuesta políticamente como es la economía laboral con perspectiva de género. Pero para sorpresa de muchos, yo mismo incluido, los análisis de la ganadora del premio Nobel son principalmente de economía que podemos denominar positiva. No busca cambiar la sociedad ni aleccionar al resto, sólo se busca conocer la realidad.

    Aunque el premio Nobel de economía casi siempre tiene mucho de política y algo de economía, creo que en el premio del año 2023 han conseguido hacer lo contrario: contiene mucho de economía y poco de política (como debe ser en un premio Nobel de economía).